Muchas veces me preguntan qué es antropología y se me hace tan
difícil definirlo que me avergüenzo de mi incapacidad de describir mi profesión
en pocas palabras. La mayoría de veces esa simple pregunta se convierte en un
cuestionamiento existencial... ¿qué es la antropología? ¿qué es lo que hacemos?
Y en lugar de aclararle a alguien lo que hago, me confundo yo misma sobre mi vida
como profesional.
Quizás ese episodio recurrente puede aclarar un poco el complejo
significado de la antropología: un constante cuestionamiento; es extrañarnos todos
los días de lo cotidiano.
Para mí, uno de los aporte más importantes de la antropología se puede resumir en palabras de Ruth Benedict
“el propósito de la antropología es hacer el mundo un lugar seguro para las diferencia
humanas”. Como antropólogos logramos crear conciencia sobre el significado de
ser un Ser Humano. Una cultura es solamente una porción de un sin fin de
maneras de ser/compórtanos como humanos. Muchas veces, creemos “inhumanas”
otras formas de vivir y queremos universalizar los comportamientos y homogenizar
la hermosa diversidad humana.
Es importante resaltar que, lo que es importante para una cultura,
no lo es para otra. Muchas veces lo decimos pero no lo interiorizamos. La
contribución más grande de la antropología es poner en perspectiva estas
diferencias. Quisiera ilustrarlo con una tradición que escandaliza a muchos: la
mutilación genital femenina. Dentro de diversas corrientes este un acto que viola
los derechos humanos de la mujer y pone en peligro su salud. Sin embargo, es
importante preguntarnos ¿qué es ser un ser humano? (Mazanderani, 2013). Para
nosotros la satisfacción sexual es primordial, pero quizás para mujeres en esa
comunidad, la satisfacción de pertenecer a un grupo y conservar sus tradiciones
tiene más peso que el placer que les puede proporcionar su clítoris. En la
sociedad en que vivimos, proteger la salud es trascendental, pero en esta misma
comunidad, es quizás más significativo morir en el intento que vivir hasta los
noventa años sin practicar sus tradiciones….aquellas tradiciones que los
definen, que les da un significado como seres humanos en esta planeta.
Nuestro etnocentrismo nos ha cerrado la capacidad de ver más allá
de los significados. La vida, la muerte, el placer, la salud… no tienen la
misma prioridad en todas las culturas ni la misma definición y somos incapaces
de aceptar las diferencias por que hemos llegado a pensar que son universales.
Nada es universal, ni siquiera la vida misma.
Mi trabajo, es hacerle ver al mundo el valor de las diferencias
culturales. Es concientizar a las personas que no existen culturas superiores,
ni inferiores y quizás la tarea más difícil: definir qué es cultura.
Referencia: Fawzia Mazanderani, 2013. Comunicación oral.
Sentí la necesidad de tomarme una taza de café mientras leí, y eso que es medio día, pero tuve que terminar de leer.... que hermoso Layla. Yo creo que aveces se nos hace difícil comprender otras realidades más allá de nuestros paradigmas mentales que al final de cuentas ni son tan nuestros (de yo, ser individual ajeno a mi contexto), sino parte de una construcción social, de aprendizaje, de copia, de repetición hacia lo que conocemos.
ResponderEliminarEs decir, el saber valorar los diversos matices en este mundo comienza con dar un paso a involucrarnos en "esa verdad" de lo que consideramos diferente a "nuestra verdad" con actitud abierta a conocer más de "nuestra realidad global". feliz domingo.